DISPERSIONES

DISPERSIONES

jueves, 24 de marzo de 2016

MONODIÁLOGOS FRENTE AL ESPEJO O EL BAILE DE LAS IDEAS









          Cuando uno habla consigo mismo, o mejor con ese otro yo que todos llevamos dentro, a la fuerza nuestros pensamientos y opiniones se enfrentan en este dualismo irracional  para acrecentar la perspectiva de todas las cosas mundanas. Como ese espejo que nos devuelve sin demora nuestra imagen, pero con sutiles diferencias casi imperceptibles.
          Así, estos Monodiálogos que nos regala nuestro sin par Antonio Fernández Ferrer, atosigan y dan un mazazo a la realidad que, una vez hemos buceado y escarbado, desinhibidos, en los bucles de una dimensión paralela, aparente y peleona que nos acompaña como un sortilegio de pensamientos, no siempre fue perfecta ni tiene en su poder la verdad absoluta.
          Antonio escribe estos mini-textos desde el corazón, convencido, pero al mismo tiempo se obliga a dar un paso al frente para auto-censurarse y diferir en parte, o en todo, de lo dicho anteriormente. Deja una puerta semiabierta, sempiterna, para la duda. No da nada por hecho ni por sabido.
          En Monodiálogos frente al espejo nos encontraremos precisamente eso, discusiones dialécticas sobre los temas más variados, batallas verbales que aborda nuestro autor en una suerte de descarga emocional..., y emocionante.
          Es por esto que en la dicotomía continua de exposiciones y suposiciones, anhelos y denuncias, el "yo" primigenio, esencial, no tiene que estar necesariamente de acuerdo en todos los puntos con el "yo" subconsciente, adherido empero, como una pátina gelatinosa en la que caben todas las opciones, indivisible al primero. Podríamos decir que la ambigüedad no exenta de polémica y actualidad, están presentes en estos breves textos donde Fernández Ferrer agoniza en silencios para resurgir más tarde con ímpetu renovado, y hacer dudar (pensar) al lector sibilinamente, sin imponer ninguna idea a priori.
          Monodiálogos frente al espejo se lee de un solo golpe. Seguro que nadie quedará indiferente, inmune, a la crítica social que impera en la palabra. Ni a la palabra misma.
          






No hay comentarios:

Publicar un comentario